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¿Has oído hablar del cuero ecológico? ¿Sabes qué es y cómo se hace? Si la respuesta es no, tranquilo porque hoy vamos a explicarte qué es la piel ecológica  y cómo se hace.

En primer lugar, ¿puede el cuero ser ecológico? ¡SÍ! El cuero puede ser ecológico cuando los productos se curten de forma natural y sin utilizar ningún producto químico. Esto puede parecer sencillo, pero podemos asegurarte que no lo es en absoluto principalmente, por el propio proceso de curtición. Pero ¿qué es la curtición?

El proceso de curtición, clave para la piel ecológica.

Para que la piel en fresco se convierta en ese material bonito del que están hechos nuestros zapatos favoritos debe pasar un proceso denominado curtición. 

Pero empecemos por el principio. La piel es un desecho animal, por lo que, si no se trata de manera correcta, al cabo del tiempo se pudre y se seca llegando a quedarse acartonada completamente. 

Para evitarlo, se lleva a cabo un proceso denominado curtición, en el que se somete a la piel del animal a distintos tratamientos en los que se emplean tintes y productos químicos varios. 

Este proceso acaba con la piel curtida, lo que la transforma en un producto maleable con el que se puede trabajar a posteriori. Además permite que el color quede perfectamente fijado, evitando que destiña con el paso del tiempo.

El problema de este proceso de curtición es que se realiza con una serie de productos en cuya composición hay metales pesados, como el cromo. Esto hace que la curtición sea un proceso altamente tóxico, tanto con los trabajadores de las curtidurías como con el medio ambiente. 

Para los trabajadores, por la ingente cantidad de tóxicos a los que están expuestos a diario. Para el entorno, por los desechos tóxicos y el gran volumen de recursos que necesita esta industria para poder llevarse a cabo.

La piel ecológica es el futuro.

Afortunadamente, desde hace algún tiempo se viene observando una tendencia a consumir moda sostenible. En este sentido, algunas empresas de curtición se han puesto manos a la obra para conseguir un tipo de cuero que fuese ecológico. 

Lo cierto es que todavía no hay muchas opciones en el mercado, pero existen ya algunas curtidurías que han apostado por crear cuero ecológico sin cromo. Además, se aseguran de que en el proceso de curtido se recicle el material sobrante y se purifiquen las aguas residuales, que es otro de los grandes problemas de la curtición.

Zapatos ecológicos fabricados en España.

¿Existen los zapatos ecológicos? ¿Hay calzado ecológico en España? ¡Por supuesto!

Actualmente hay una clara concienciación social sobre la industria de la moda, los recursos que consumen y los desechos que genera. Solo tienes que echar un vistazo al artículo que realizamos sobre el Desierto de Atacama. Con datos en la mano podemos decir que la fast fashion es un problema global.

Nuestra firma, Finding Alex, ha apostado por crear una colección de zapatos ecológicos hechos en España.

En Finding Alex cada pieza se ha creado pensando en que sea un básico atemporal para evitar que pase de moda en unos meses. El proceso de fabricación de nuestra colección de calzado ecológico se ha llevado a cabo en Elda, Alicante. 

Hemos cuidado cada detalle del proceso, asegurándonos de que en todo momento se utilizaban materiales reciclados y ecológicos. 

Bailarinas, sandalias o mulés de ecopiel, suelas de caucho reciclado, packaging hecho con cartón reciclado… Sin duda, la nueva colección de zapatos ecológicos de Finding Alex dará que hablar.

Cada año las principales marcas de moda rápida o fast fashion sacan a la venta una colección tras otra. Ropa de baja calidad, pensada y confeccionada para usarla como si de un pañuelo de papel se tratase, prendas casi de usar y tirar. Ahora bien ¿qué pasa cuando en unos pocos meses esa prenda que te gustaba ya no se lleva? ¿te has preguntado alguna vez dónde va toda esa ropa que desechamos cada año?

Justo al norte de Chile encontramos un lugar maravilloso: el desierto de Atacama, el cementerio mundial de la moda rápida.

Un desierto contaminado: El verdadero precio de la fast fashion.

Millones de personas se consideran consumidoras habituales de moda. Desde adolescentes a jubilados, casados o divorciados, ricos o pobres. No importa mucho cual sea la situación socioeconómica de los consumidores ya que cada uno adapta el consumo de moda a sus posibilidades.

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Montañas de ropa desechada en Chile. Fuente: La Vanguardia.

Tiendas de moda rápida en los mejores locales del centro de las ciudades. Centros comerciales llenos de moda pensada para consumirla desaforadamente, sin medida alguna. Colecciones nuevas cada dos o tres meses para crear la sensación de necesidad en los compradores de las marcas…

Y con cada prenda nueva que adquirimos dejamos otra lista para pasar a mejor vida. Pero ¿te has preguntado qué vida es esta?

Todas estas prendas que se desechan por toneladas a diario en todo el mundo acaban en un rincón del norte de Chile, en el desierto de Atacama.

En este perdido y seco rincón del planeta se apilan miles, millones de toneladas de ropa de consumo rápido que cada año despojamos para poder hacer sitio a nuevas prendas.

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Seleccionando ropa en Atacama. Fuente: La Vanguardia.

En este recóndito lugar luchando por encontrar prendas adecuadas para reciclar o vender en mercados de segunda mano. Y hay algunas que tienen suerte y acaban en percheros de tiendas de moda vintage. El problema no son estas prendas, sino las casi 40.000 toneladas que se quedan por el camino, sepultadas entre otros tantos miles de prendas.

Estas prendas que han sido desechadas acaban de la peor forma posible: contaminando el maravilloso desierto, llenando de tintes, de plásticos y de metales pesados este precioso lugar.

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Fibras recicladas Ecofribra. Fuente: La Vanguardia.

Sin embargo, algunos lugareños tras tomar el toro por los cuernos han decidido enfrentarse de lleno al problema de los desechos de fast fashion. Ese es el caso de empresas como Alto Hospicio Ecofibra.

En esta empresa se dedican a generar nuevas fibras para ropa a partir de las prendas que no se han querido, apostando por crear desde un desecho una materia prima de alto valor y reciclada. Pero no es su único uso.

También hay empresas que aprovechan estas fibras para fabricar revestimientos con un alto aislamiento térmico, muy necesario en este clima desértico donde los días son muy calurosos y las noches realmente frías.